La ministra de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Carla Bacigalupo destacó el trabajo coordinado con el Banco Mundial y manifestó la educación es fundamental para promocionar el empleo. “Consideramos que la educación es clave para la promoción y generación de empleo y también para el aumento de la productividad de los índices de innovación de nuestro país; por lo tanto, necesitamos un plan especial que aborde las diferentes brechas que tiene Paraguay, brechas que todavía tenemos que superar por la falla histórica del sistema educativo”, sostuvo.
“Desde el Banco Mundial consideramos que este tipo de análisis aporta valor. Ayudan a ver las tendencias, comprender las particularidades del Paraguay y tener elementos que permiten al país estar mejor preparados para generar las estrategias y políticas públicas necesarias para aprovechar las oportunidades y minimizar los posibles efectos adversos de estas tendencias. Reitero el compromiso de seguir aportando al Paraguay no sólo en el análisis sino en el diseño del camino que permita al país avanzar en tomar las medidas que le permitan disminuir las brechas, así como avanzar en un camino de desarrollo sostenible e inclusivo”, expresó Matilde Bordón, Representante Residente del Banco Mundial en Paraguay.
El bono demográfico
Desde el punto demográfico, Paraguay es uno de los países más jóvenes de la región. Se encuentra iniciando su transición demográfica hacia una población más envejecida, es decir, comenzando lo que comúnmente se conoce como el bono demográfico. Esta característica, que lo distingue de la mayoría de sus países vecinos, es una fuente potencial de crecimiento económico para las próximas décadas, la cual debería ser aprovechada desde su inicio para sentar las bases del crecimiento una vez que el país ingrese en la etapa de envejecimiento. Los desarrollos analíticos recientes sugieren que mientras la etapa del bono demográfico se caracteriza por ser la más favorable para el crecimiento económico, una vez finalizada y entrado en la etapa de envejecimiento, ésta puede ser fuente de restricciones e incluso de inestabilidad macroeconómica.
Desde esta perspectiva, uno de los desafíos que enfrentan los países de la región es lograr mantener tasas sostenidas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita una vez alcanzada la etapa de envejecimiento. En otras palabras, el reto de los países que transitan hacia una sociedad envejecida es lograr “hacerse ricos antes de hacerse viejos”.
El cambio tecnológico
La transición demográfica está sucediendo a la par de otra tendencia global: el cambio tecnológico y la automatización de tareas, cuya importancia radica en las posibilidades que ésta brinda para lograr incrementos en la productividad total de la economía. Innovaciones como las comunicaciones digitales y la robótica pueden representar una ganancia en términos de eficiencia para la economía e impulsar la productividad de la economía necesaria para sostener el crecimiento económico, una vez ingresado el país en su etapa de envejecimiento. No obstante, este proceso también trae consigo desafíos para el mercado laboral. En efecto, si las políticas públicas no incorporan en su diseño el cambio tecnológico no podrán aprovechar las oportunidades que éste crea. Por el contrario, podría producir una polarización del mercado laboral y profundizar situaciones de desigualdades preexistentes. Al respecto, la literatura internacional sugiere que las innovaciones tecnológicas aún no han incidido de forma significativa en el empleo agregado, pero sí han modificado su estructura.
Para poder aprovechar las oportunidades que crean las tecnologías de innovación, los trabajadores necesitan contar con habilidades que les permitan desempeñarse de forma eficiente en los nuevos entornos productivos y complementariamente con dichas tecnologías. Las habilidades de mayor demanda en los próximos años no serán técnicas, sino de alto orden cognitivo y socioemocional. Por lo tanto, el sistema de formación de Paraguay debería concentrar sus esfuerzos en proveer estas habilidades no solo a las nuevas generaciones que se incorporarán al mercado de trabajo, sino también a los trabajadores actuales.
El estudio propone dos dimensiones en las cuales hay espacio para trabajar:
1. Fortalecer los programas de formación continua con acciones estratégicamente dirigidas a reentrenar a los trabajadores y promover habilidades y conocimientos demandados en el mercado laboral.
2. Repensar el sistema educativo en su conjunto, saliendo del esquema enciclopedista basado en el aprendizaje de memoria e ir hacia un esquema de trabajo en proyectos promoviendo el pensamiento crítico y la capacidad de resolución de problemas con la promoción de habilidades socioemocionales y cognitivas complejas, además de las técnicas específicas.
Publicado: 22/04/2022 01:27:p. m.