Lideraron la reunión de reactivación la ministra de Trabajo, Mónica Recalde, y la ministra de la Mujer, Cynthia Figueredo, acompañadas por el viceministro de Trabajo, César Segovia, y la viceministra de Igualdad y no Discriminación, Sonia Brucke, además de los representantes en Paraguay de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La reducción de la informalidad laboral en el sector del trabajo doméstico urbano y rural, la definición y aplicación de protocolos contra todo tipo de violencia laboral contra las mujeres, así como la consolidación de una política de cuidado, se han fijado como temas centrales de la mesa que volvió a activar luego de una paralización de cinco años. La CTIO creó por Decreto N° 21.403 del 11 de junio de 1998 y se instaló en el año 2000.

“Desde el Estado lo que queremos es tener una normativa que sirva, y no que tengamos leyes, decretos y protocolos que después son inaplicables, sino que estén adecuados a nuestra realidad, y darle a esta comisión una continuidad permanente”, planteó la ministra Recalde.

A su turno, la ministra Figueredo señaló que la prioridad de su cartera es que las mujeres se desarrollen en espacios seguros, que accedan a las oportunidades en condiciones igualitarias que los hombres y en el marco del respeto a los derechos humanos.

El sector trabajador estuvo por sindicatos de trabajadoras domésticas, de las principales centrales sindicales y de la Red de Mujeres Periodistas. En tanto, el segmento empleador contó con la participación de lo Unión Industrial Paraguaya (UIP) y de la Feprinco.

Presencia femenina en el mercado laboral

El 41,8% de la población ocupada en el país son mujeres, donde 3 de cada 10 mujeres ocupadas son jóvenes y 6 tienen menos de 45 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), al primer trimestre del 2024, analizados por la Dirección de Observatorio Laboral del MTESS.

A nivel país, las mujeres ocupadas presentan un promedio de 11,1 años de estudio, aproximadamente 1 año más que el promedio de los hombres ocupados. Sin embargo, existe una menor participación de las mujeres en el empleo asalariado del sector privado y como empleador que en el caso de los hombres, en tanto se registra una mayor participación de las mujeres en el empleo doméstico y como familiar no remunerado.

Las mujeres ocupadas se encuentran mayormente concentradas en ocupaciones de menor productividad, asociadas a servicios de cuidado, labores de hogares o como vendedoras de comercios y mercados. Otro indicador resaltante es que las mujeres trabajan en promedio menos de 5 horas semanales que los hombres. El ingreso promedio laboral de las mujeres en la ocupación principal es de aproximadamente 16% menos que el de hombres. De acuerdo a la categoría ocupacional, la mayor brecha de ingreso se presenta en el trabajo independiente.