La protección social es tanto un derecho humano como una potente herramienta política para evitar que las familias recurran al trabajo infantil en tiempos de crisis. Sin embargo, en 2020 y antes de la crisis de COVID-19, únicamente el 46,9 por ciento de la población mundial se beneficiaba de forma efectiva de al menos una prestación de protección social.

Los datos disponibles ponen de relieve el inextricable vínculo entre la protección social y el derecho de los niños a estar libres de trabajo infantil. Si bien los instrumentos de protección social orientados a las familias con niños parecen ser particularmente pertinentes para combatir el trabajo infantil, los datos disponibles indican asimismo el claro papel que desempeñan otros instrumentos de protección social durante el ciclo de vida, y su poder combinado para reducir los factores que impulsan el trabajo infantil a través de un enfoque sistémico.

En esencia, la erradicación del trabajo infantil en la actualidad se apoya en regímenes eficaces para alejar a los niños del trabajo infantil, y fortalecer al mismo tiempo los sistemas de protección social, la educación y las oportunidades de trabajo decente para los padres y cuidadores, a fin de abordar las condiciones que aumentan el riesgo de trabajo infantil en el futuro.

Además, un enfoque sistémico tiene la ventaja añadida de lograr múltiples derechos y objetivos de bienestar para todos los niños, incluidos sus derechos a la seguridad social, la salud, la educación y un nivel de vida adecuado. Acelerar los progresos en el fortalecimiento de los sistemas de protección social, en particular extendiendo la cobertura y mejorando la integralidad y la adecuación de las prestaciones y servicios, significa pasar de las promesas y los compromisos a la acción inmediata. En esa línea, varias acciones de política destacan como prioridades para eliminar el trabajo infantil y lograr que todos los niños tengan acceso a la protección social.

PARAGUAY

Conforme a los gráficos, Paraguay se encuentra en situación de trabajo infantil con el 22,4 % de la población de NNA que representa un total de 416 425 de ellos, a su vez, de este número el 49,2 % se ocupa en actividades relacionadas con la agricultura; los demás porcentajes representan a los que realizan otras actividades como trabajo doméstico en hogares de terceros y aquí una cifra preocupante, el 2,5 % del total de NNA del país, se encuentra en situación de criadazgo.

Con relación a las cifras relacionadas a la educación, se demuestra que los NNA que trabajan abultan las estadísticas de deserción escolar y bajo rendimiento académico, cuando se comparan con los que solo estudian. Con todo esto podemos decir que el trabajo infantil en Paraguay es un fenómeno predominantemente del área rural y en particular, entre adolescentes varones (EANA pág. 68).

Fuente: Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS), Estrategia Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente en el Paraguay 2019-2024, OIT: “El papel de la protección social en la erradicación de trabajo infantil”.- https://ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_norm/--...

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